A PROPÓSITO DE "LA XARXA"

Isolda es Sílvia Bel, un torrente de luz y sentimiento. El tercer acto, su delirio de amor a las puertas de la muerte, es una pura incandescencia. Sílvia Bel, una muchacha nacida para interpretar a Ofelia, a Desdémona, a Julieta, lo que le echen.
No deja de ser irónico que en su último trabajo en cine, Sílvia Bel interpretase a una fotofóbica. La luz, la irradiación de la luz, es una cualidad poco frecuente en las actrices: me refiero a una luz completa, que pasa por todo el cuerpo, sube a los ojos y fluye en la voz. La luz de Sílvia Bel es una incandescencia febril con palanca incorporada, esa palanca que abre o cierra las compuertas de un pantano. Es decir, con técnica: doble don, doble regalo.
 
Marcos Ordóñez
El País


Sílvia Bel consigue evocar la reverberación poética del texto brillando con luz propia. Una interpretación emocionante.
 
Begoña Barrena
El País


La obra la dirige J.M. Mestres y está muy bien interpretada por Maige Gil, Victor Pi, Pau Miró y una soberbia Sílvia Bel, la revelación esplendorosa de la temporada. Sílvia Bel es una maravilla de expresividad.
 
Joan-Anton Benach
La Vanguardia


ELLA, ISOLDA, LA DE BROSSA

Llegados a este punto, cabe destacar la protagonista de "La Xarxa", Sílvia Bel. Simplemente abrumadora. Esta Isolda es emoción, y en uno de los monólogos más difíciles que éste humilde cronista ha visto en un escenario, la actriz llega tan arriba, que desaparece como en un truco de magia. Y son la palabra del autor e Isolda los que nos dejan petrificados en la butaca, emocionados como espectadores. Es el momento en el que al autor, se le humedecen cada noche los ojos en la tumba.
Por lo que he podido escuchar, se ve que Sílvia Bel ha sido ahora descubierta. No señores, ésta actriz hace ya tiempo que muestra su calidad. Este humilde cronista la vio e intuyó grande hace tiempo una noche de invierno, en un pequeño local de nuestra ciudad donde cada miércoles se recita poesía, el Horiginal, delante del MACBA, mientras interpretaba unos poemas del poeta Albert Roig.
 
Lo Gaig parler
Revista Teatralnet


Pero la gran sorpresa, la revelación de la temporada, la luz cegadora, se da en Sílvia Bel, nombre de la cual a partir de ahora tendrá que tenerse muy en cuenta. En el último tercio de la pieza, altamente poético y de una escritura profundamente brossiana, deviene una especie de casi monólogo ( no lo es ya que Maife Gil da las réplicas acertadas a Isolda) magníficamente interpretado por Sílvia Bel. Hasta entonces la pieza funciona bien, pero de repente se eleva con la mejor poesía de Brossa y se encarna en una figura blanca, tenue, herida de amor, trémula y que llena de temores, nos muestra las contradicciones de que somos capaces los seres humanos. La actriz, con momentos de gran trágica, transforma las palabras de Brossa en una expresión clara donde los sentimientos nunca son sentimentalismo y los pensamientos nunca son cálculos. En esta larga escena se mezclan con sabiduría la tibieza de la vida, la fiebre del amor y el frío de la muerte que lentamente poseen el personaje. Sinceramente, hacía años que no veía una escena interpretada con tanta calidad.
"La Xarxa", de Joan Brossa, en el teatro que dirigen Hermann Bonnín y Jesús Julve. Ahora con un montaje de Josep María Mestres, con buenos actores y con la descubierta de una gran actriz: Sílvia Bel.
 
Jordi Coca
Diario Diario Avui


Por cierto y para acabar, la interpretación de Silvia Bel, constituye una gran revelación. Tenemos una actriz bella, muy elegante, que entiende perfectamente el texto, con una ductilidad de matices inhabituales y con aquella cosa especial que tienen los grandes intérpretes, aquel duende, aquella magia, aquel especial misterio.
 
Ricard Salvat
Artez ( revista de las artes escénicas)


Acertar el tono adecuado de la interpretación era un reto, del cual Josep Maria Mestres y los actores (Sílvia Bel, Maife Gil, Pau Miró y Víctor Pi) salen muy bien parados. Mención especial para la primera, para mi una verdadera revelación.
 
Gonzalo Pérez de Olaguer
El periódico


EL GREC BAJA EL TELÓN CON NAUSICA

Brilló especialmente la actriz Sílvia Bel en la representación del texto de Joan Maragall.
 
Belén Guinart
El País


LA GRAN NOCHE DE SÍLVIA BEL

La Nausica del Grec fue la gran noche de Sílvia Bel, definitivamente convertida en una actriz magnífica y llena de las mejores posibilidades para un gran futuro.
El personaje lo resuelve Sílvia Bel forma convincente y emocionante. Es actriz de principio a fin y da la impresión que hoy pocos personajes se le pueden resistir. Es una interpretación que justifica ver la obra.
 
Gonzalo Pérez de Olaguer
El Periódico


... desbordada por la sugestión, la gracia, la vivacidad y el acierto constante de su partenaire Sílvia Bel, actriz que, después de eso, es capaz de todo.
 
Joan-Anton Benach
La Vanguardia


ADIÓS AL GREC: “AÜR”

El festival se cerraba con una de las tragedias capitales del teatro catalán: Nausica, de Maragall, una fiesta verbal que quedará asociada a la inconmensurable actriz Sílvia Bel.
 
Francesc Massip
Diario Avui


JUEGO DE DAMAS DE WILDE

I naturalmente brilla de forma singular el excepcional duo femenino. Sílvia Bel, confirmando su dominio de todo tinglado escénico, por ambicioso que sea.
 
Joan-Anton Benach
La Vanguardia


LATIDOS

En la buena interpretación destaca una augusta Sílvia Bel como Lady Windermere.
 
Sergio-Vila-Sanjuán
La Vanguardia


Brilla al lado de Carme Elías la joven Sílvia Bel en Lady Windermere.
 
María José Ragué
El Mundo


DUELO INTERPRETATIVO

El contencioso que viven las dos protagonistas Sílvia Bel y Carmen Elias, deriva en porciones del mejor teatro imaginable y también en algunos de los mejores momentos del Teatro Nacional.
 
Gonzalo Pérez de Olaguer
El Periódico


PURO TEATRO

Se romperán las manos (la dejaba para el final: el último saludo) con Silvia Bel, esa jabata que sostiene la función (¡cuatro horas en escena!) sobre los hombros. Se ha lanzado sobre el personaje de Natalia a dentelladas, y lo ofrece con una completísima panoplia de sentimientos. Salvajemente contradictoria, tal como la quiso su autora. Enjaulada y llena de ilusión (frágil, pero nunca ingenua) en el primer acto; resistente y enloquecida en el segundo, besando a su hijo antes de enviarle al exilio interior, sacudiendo los huevos de las palomas para que los monstruítos se rompan la cabeza contra la cáscara, comprando un litro de salfumán para acabar con todo; salfumán para los niños, salfumán para ella. Y al fin renacida, resignada, amarga, calmada a ratos, irónica y superviviente a ultranza, como tantas de nuestras abuelas, apoyada en una transformación física sin pelucas ni maquillaje, “con la madurez y el dolor instalados para siempre en su rostro”, como bien señalaba mi colega Begoña Barrena.
 
Marcos Ordóñez
El País


Y dejo para el final a la Colometa (Natalia). No tengo palabras para definir la interpretación de Sílvia Bel. Dominar la escena a lo largo de tres horas y media se dice fácil. Brillante Sílvia Bel, atractiva Sílvia Bel, grandísima Sílvia Bel. En fin, quiero decir que vas a ver “ La plaza del Diamante”, vas a ver la Colometa y sales enamorado de Sílvia Bel.
 
Miquel Colomer
en el blog Salvador Sostres